lunes, 21 de marzo de 2016

Capítulo 39: Si quieres algo lucha

"Muchas veces nos repiten que el amor no hay que buscarlo, que el amor aparece, no se puede forzar, pero no nos advierten que cuando aparece no puedes dejar de sentirlo aunque las cosas duelan"

Nada más llegar a casa fui directo hacia mi madre, ella estaba en la cocina mientras que Lucia jugaba con sus muñecas.
-Mamá, necesito ir a Roma- mi madre se giró mirándome extrañada.
-Dani, lo siento, pero no nos lo podemos permitir- dijo mirándome triste.
-Necesiro recuperarla- le insistí.
-No puedo darte ese dinero ahora, veré que puedo hacer- dijo suspirando.
-Da igual mama, lo entiendo, veré yo donde puedo sacarlo- me fui corriendo a mi cuarto.
-NO HAGAS TONTERÍAS DANI- gritó mi madre desde el salón.
Fui a mi cuarto y llamé a María, tras tres pitidos descolgó.
-'¿Que pasa?'- contestó animada.
-'Te necesito, a ti y a tu voz, por favor es importante'- le dije nervioso
-'Dime donde y cuando'- respondió.
-'En la puerta de Kapital a las 10 esta noche, vamos a ir a un sitio que hay al lado'- indiqué.
-'Allí estaré'- contestó y colgamos.

Abrí el armario y elegí la ropa que me iba a poner, una chaqueta vaquera, unos vaqueros rotos, unas vans y una camiseta de nirvana. Del armario también saqué la guitarra eléctrica negra y blanca que era de mi padre, me quedé mirándola un momento y la guardé en la funda.

Me vestí y fui con la guitarra al metro, no tardé mucho en llegar a la puerta de Kapital que ya estaba llena de gente, María se acercó corriendo a mi y me abrazó.
-Buenas melón, ¿a qué nos enfrentamos?- dijo mirándome de arriba a bajo.
-Hay un bar que busca a un cantante para animar el ambiente, y necesito el dinero para ir a Roma- le conté mientras andábamos hacia allí.
-¿Y qué quieres que cantemos?- dijo parándome en la puerta.
-Las canciones que escribimos, tengo que ir a por todas y con ellas seguro que conseguimos el trabajo- le contesté- por favor, lo necesito.
Abrí la puerta y asintió con la cabeza. Era un bar grande, con el suelo de parqué, las mesas y las sillas de madera y con las paredes llenas de pósteres y cuadros de cantantes. Un chico se acercó hacia nosotros, iba vestido de camarero, pero tenía puestas las dilataciones y el piercing en la nariz, nos sonrío y empezó a hablar.
-Hola buenas, ¿queréis una mesa para dos?- preguntó sonriendo.
-No, gracias, venimos a la prueba para cantar, me recomendó que viniera Isabel- contesté
-Ah, si claro, pues entonces venid conmigo- caminó hacia una de las puertas.
Al entrar había un pasillo y el nos llevó a una habitación que era ancha, encendió la luz.
-Esperad un segundo que llame a mi jefe para que venga- dijo y se fue.
-Gracias por venir en serio- dejé la guitarra apoyada en la pared.
-No las des, simplemente hagámoslo- me miró sonriendo- podemos.




sábado, 12 de marzo de 2016

Capítulo 38: Perdido en sus labios

Dejamos las bebidas en la encimera y me quite la camisa, ella se quedó mirando mi pecho y después se fijo en el piercing.
-Eres el primer chico que veo con ese piercing- dijo señalándolo.
-Es mi pezon sexy- dije tocándolo y se rió- bueno, si me das leche intento sacar la mancha.
-Míralo un chico que no es solo una cara bonita- dijo yéndose al frigorífico.
-Bonito piropo- añadí mientras iba detrás- tu tampoco estas mal.
Me dio la leche y me puse a intentar quitarlo, mientras ella me miraba atentamente, después de frotar resistí y deje la camisa a un lado.
-No sale, espero a que se seque y me la pongo- dicté mientras ella se acercaba a mi y se situaba delante.
-¿Puedo?- dijo señalando el piercing.
-Si claro, puedes tocarlo- acercó su mano hasta que lo tocó.
Mientras la miraba, podía notar ahora su mano bajar por mi pecho hasta llegar al abdomen, su tacto hacia que el vello se me pusiera de punta. Y ella lo notó, paró y levantó la mirada hacia mi, puso su mano en mi cuello y yo me acerque a ella sujetándola por la cintura, hasta que mis labios y los suyos se unieron. La seguí besando mientras sujetaba su barbilla y ella me acariciaba el pecho y el abdomen. La cogi por las piernas y la senté encima de la encimera mientras seguíamos besándonos.Mis manos recorrían sus muslos y ella se pegaba mas a mi. Nos separamos y nos miramos, se quito la camiseta dejando ver un tatuaje en su costado.
-Joder, es increíble- añadí acariciandoselo.
-Me alegro que te guste, pero ¿Y si dejas de mirar y me sigues besando?- y sin medir más palabras la besé.
La cogí en brazos llevándola hasta el salón donde me senté en el sofá con ella encima, después de más besos y caricias nos quitamos los pantalones y nos tumbamos en la misma posición que al principio. Mi manos estaban en su espalda y ahora su lengua recorría mi pecho, la cogí girandome y quedando encima, pero en ese momento mi movil sonó.
-Mierda- alargué la mano para cogerlo pero estaba demasiado lejos así que caí al suelo- vaya hostia.
-¿Estas bien?- me miró Isa mientras me levantaba y asentí.
Miré el movil y pude leer en la pantalla "Claudia", respire hondo y colgué dejando el movil en el sitio, pero me volví a sentar en el sofá pero esta vez cabiz bajo.
-Será mejor que nos vistamos, vaya a que cojamos algo- se levantó cogiendo sus cosas y vistiéndose.
Haciendo caso a sus palabras cogi los pantalones y me los puse, me acerque a ella mientras me tocaba la cabeza nervioso.
-Lo siento ,de verdad- dije sin saber como mirarla.
-No te preocupes, lo entiendo, supongo que ha sido tu ex y sigues sintiendo por ella- añadió intentando sonreír.
-Pero aún así no es justo dejarte así- intente arreglar las cosas.
-No estoy enfadada, ha ido todo demasiado rápido, solo te digo que si la quieres, no se que haces perdiendo el tiempo así- dijo mientras mi acariciaba la nuca- pero esto no se lo hagas mas a una chica, que igual que los tíos nos jode que nos dejen a medias.
Reí mientras la abrazaba
-Gracias en serio por esas palabras- añadí.
Cogi mis cosas, me puse el chaquetón, guardé la camisa en una bolsa, y salí de la casa hacia la moto.

Capítulo 37: ¿Y si me pierdo?

Aparqué y me acerqué a un banco sentándome y dejando mi guitarra a mi lado, mi tras miraba a las parejas remando con las barcas, cogi un cigarro y lo encendí mientras esperaba a que llegara Isa. Una chica se puso delante mía y levante la vista mirándola a la cara.
-¿Entretenido?- dijo Isa riéndose y mirando al lado- así que vienes a conquistarme tocando la guitarra.
-Nah, es para que me des tu opinión- dije cogiendo la guitarra para que se sentase y dandole dos besos.
-Vivo aquí al lado, en vez de estar en la calle que hace frío, ¿vamos a mi casa?- me preguntó.
-Bueno, si tu quieres claro- me levanté del banco poniéndome de pie- vamos allá.
 
Fuimos andando a su casa, y subimos a su piso, la casa era moderna y se notaba que tenía dinero por los muebles y la situación en la que vivía.
-Siéntate- dijo indicando el sofá.
-Vale, gracias- conteste sentándome y abriendo así también la funda y saqué la guitarra- bueno a ver si te gusta.
-Va seguro que si- se sentó a mi lado mirándome.
Me dispuse así a tocar y cantar una canción compuesta por mi sobre mi ex y cuando terminé me aplaudió.
-Es preciosa, en serio- dijo mirándome a los ojos- ya veras que todo irá bien.
-Gracias, en serio y también por lo de ayer- dejé la guitarra en el otro lado y vi una foto de ella con un chico.
-Es mi hermano, bueno era- dijo respirando hondo- en parte es por la razón por la que te ayude ayer, a mi hermano lo asesinaron en una pelea después de una fiesta.
-Lo siento... En serio- dije coguiendole la mano.
-No te preocupes, hay que seguir adelante ¿no?- mientras hablaba le miraba el intento de sonrisa.
-Siempre- asentí.
Cogió un mando y puso música, se levantó esperando a que la siguiera y así hice, me llevo al otro lado del salón donde había un espacio vacío.
-Bueno vamos a ver si sabes bailar- dijo riéndose.
-¿Y si no eres capaz de seguirme?- le dije acercándome a ella.
-Hago lo que me pidas- me contesto susurrándome al oído.
La cogí suave de la cintura pegándola un poco más a mi, mientras nos movíamos al ritmo de la bachata.
-No lo hace mal el pequeño- dijo mordiéndose al final el labio.
-Ni tu tampoco- dije haciéndole dar una vuelta y parando el baile.
-¿Quieres algo de beber?- preguntó yendo hacia la cocina que había justo en frente.
-¿Una cerveza tienes?- dije mirando el piso de arriba, ya que era un duplex que ocupaba mitad de la casa.
-¿Lo dudas?- abrió el frigorífico y cogio una para mi y ella se llenó una copa de vino tinto, dirigiéndose hacia mi para entregármela.
-Un brindis- levantamos ambos la bebida y las chocamos.
En ese momento el vaso de tinto se rompió cayéndome a mi el tinto encima.
-Dios mío, lo siento- dijo tocando mi camisa mojada.




Capítulo 36: Un comienzo

Me levante cerca de las dos de la tarde con la enana saltando en mi cama, la cual la cogi y la tumbe a mi lado mientras se reía. 
-Abre los ojos - dijo Lucia tocándome los párpados.
-Mmm- murmuré.
-Eres un dormilón- se tiró encima mía haciendo que abriera los ojos.
-Ya lo se, vamos arriba anda- me incorporé- tu tira a tu cuarto anda que yo me voy a duchar.
Y así hice, me dirigí a la ducha, me desvestí y me metí, notaba como el agua recorría mi cuerpo cayendo chochando con mi cabeza, me tranquilizaba escuchar el agua caer. Me vestí así con una camiseta larga y unos pantalones anchos y fui a la cocina. Abrí el frigorífico y cogí una cerveza.
-Así que la resaca se resuelve bebiendo mas- escuche detrás mía y me giré.
-Estoy un poco seco mama- ella se quedó mirándome.
-Dani, ¿y ese ojo?-se acercó preocupada.
-No es nada mamá, me di contra una puerta anoche, me pasé bebiendo- dije girando la cabeza.
-¿Seguro?- preguntó preocupada.
-Si seguro, no te preocupes, te quiero- bebí un trago y le di un beso en la mejilla.
Fui a mi cuarto y cogí el movil, mire la tarjeta y guarde el contacto, le mandé así un wha.
Yo: Buenas, soy Dani el dueño de la guitarra 
Pude ver como estaba en línea y escribía.
Isa: Jajaja no, ahora no caigo ☺️, puede ser... ¿El ojo morado?
Yo: Ese el mismo, me acabo de despertar 👌🏼 
Isa: Así va España, que productividad 😂😂
Yo: Tienes algo que hacer hoy?
Isa: que directo... La verdad es que no, ¿que me propones?
Yo: Nos vemos en el retiro a las 6?
Isa: Perfecto, nos vemos allí 😘

Cogi de los cajones la libreta de canciones y la guarde en la funda de la guitarra. Fui a la cocina y comí con mi madre y la enana. Tras terminar lavé los platos mientras mi madre recogía la cocina, dejé el movil en la encimara y mientras lavaba los platos tembló varias veces, al terminar lo miré, dos mensajes de María y uno de Claudia, desbloquee el movil y me metí en la conver de Claudia.
Claudia: no olvides que te quiero❤️
Tal como lo miré salo de la conversación dejándola en visto y fui a la de María.
María: espero que hayas dormido bien, si quieres que nos veamos no tengo nada que hacer 
Le contesté a diferencia de a Claudia
Yo: hoy no se si podré, pero te aviso
María: vale nene☺️

La tarde pasó más lenta de lo que pensaba, pero ya se acercó la hora de ver a Isa y me puse una camiseta y los vaqueros, cogí la guitarra y fui camino al retiro en moto.





Capítulo 35: Cosas que no imaginas

Pasé unos minutos ahí sentado hasta que por la puerta apareció una chica, era castaña clara y con el pelo hondulado, podían apreciarse sus ojos verdes grandes, era una chica con curvas, iba en pantalones vaquero y una blusa, se sentó en la silla frente a mi.
-¿Estas bien?- dijo mirándome el ojo morado.
-Si, no te preocupes- dije sacando una sonrisa de medio lado.
-Me llamo Isa, mi padre es dueño del local, encantada- dijo dando la mano y yo se la cogí.
-Encantado, me llamo Dani, yo dueño de una guitarra poco mas- añadí mientras ella se reía.
-Te han pegado, pero el sentido del humor sigue intacto por lo que veo- se quedó mirando- bueno, ¿quieres denunciar a los chicos? Los porteros los han identificado, te puedo dar la información.
-No, no te preocupes, ya he tenido mas movidas con ellos por mi novia- me quedé callado y mire hacia el lado- ex novia.
-Bueno, yo lo de los compromisos no lo veo, después se acaba mal- dijo sin perder la sonrisa- ¿cantas?
-¿Qué?- la mire extrañado.
-Que si cantas, como tocas la guitarra- añadió.
-Bueno, algo, tengo mis letras propias y eso, pero nada importante- dije quitando importancia.
-Pues si cantas bien y quieres despejarte aquí al lado hay un bar que buscan un cantante o grupo para animar el tema- me quedé callado tras sus palabras- un gracias vendría bien.
-Si, perdona, muchas gracias no me lo esperaba- le sonreí.
-Me tengo que ir ya, pero toma mi numero si quieres hablar o quedar otro día- me dio una tarjeta- y tu deberías irte a casa para que ese ojo no se ponga peor, ponte hielo.
-Te hablaré, y gracias en serio- me acerqué a ella y le di dos besos.
-Chao Dani- nos despedimos y salí de aquella habitación.
Fui a la puerta principal, donde ya se podía a ver a gente saliendo, miré mi movil y vi que tenía varios mensajes y llamadas de María y Pablo, corriendo la llamé.
-"¿Donde estas? Me tenias preocupada"
-"Nada, estoy bien, me voy a ir ya para casa"
-"¿Ya?"- podia escuchar la música de fondo.
-"Si, Pablo te lleva a casa, si no dile que se despida del mundo"- tras decir eso ella se rió.
-"Vale, pues lo que tu decidas, ten cuidado, te quiero"
-"No te preocupes, y yo a ti, mañana nos vemos"
Me fui así hacia mi casa, mientras andaba saqué la tarjeta que me había dado la chica y la miré, "Isabel Rodríguez" y sonreí, mañana la llamaría y le daría las gracias por todo.
Nada mas llegar a casa me tumbé en la cama y me quedé dormido.

"Dicen que las cosas siempre ocurren por un porque, que todo tiene sentido, aunque nosotros no lo sepamos ver, quizás mi suerte empezara a cambiar, y había algo que me decía que todo iba a ir mejor, porque después de la tormenta, sale el sol"


viernes, 11 de marzo de 2016

Capítulo 34: ¿Un reencuentro?

MNos encontramos donde dijimos, y allí estaba Pablo, con su camisa de cuadros y vaqueros, nos sentamos en un banco mientras esperábamos a que llegase María.
-Andaluz, alegra esa cara, que seguro que hoy ligas- dijo dándome un golpe en la espalda. 
-Tampoco quiero ligar sabes, simplemente disfrutar con los amigos- añadí sin mirarlo.
-¿Y porque no lo intentas con Maria?- mientras hablaba lo miré extrañado- ahora me vas a decir que no te has dado cuenta de como te mira.
-María y yo solo somos amigos- y me callé al verla aparecer por la calle.
Iba con un vestido negro suelto por abajo y una chaqueta roja al igual que sus tacones, nos levantamos del banco y nos acercamos a ella lanzándole piropos y dandole dos besos.
-Bueno ¿empezamos?- dije sonriendo
-Lo estoy deseando- contestó ella.

Fuimos así hasta la discoteca y entramos, estaba lleno de gente de nuestra edad e incluso podíamos reconocer algunas caras e intentos de saludos que quedaban en nada por la música. Bailamos entre nosotros, bebíamos y no dejamos de cantar, y así se nos hizo las 03:00. Se notaba ya el calor humano y le dije a los dos que necesitaba salir a tomar el aire, lo necesitaba de verdad. 
Tras pasar las puertas de salida me quedé parado y respiré hondo, y con un poco del efecto del alcohol que estaba actuando cogí el movil y marqué el número de Claudia, pero un golpe que me hizo perder un poco el equilibrio desvío mi atención antes de llamar.
-¿Pero que coño?- dije colocándome la camisa.
-¿No te acuerdas de mi? Niñato- dijo acercándose a mi con dos chicos mas.
No tardé mucho más en darme cuenta de que se trataba del chico que había estado con Claudia y tuvimos esa pelea en la fiesta.
-Tío, lárgate y déjame en paz- dije girándome, pero el me lo impidió.
-Oye toro, ¿y los cuernos?- al escuchar eso le miré- si, Carla me ha contado el desliz de Claudia, al final no ha resultado ser un ángel ¿eh?
-No vuelvas a decir su nombre- y al acabar la frase le empujé.
-¿Que te crees? Estas solo chaval, somos tres contra uno e intentas hacer algo- se acercó a mi y recibí un puñetazo en el estomago- te lo debía.
Me abalancé contra él y sus amigos intentaron pararme, pero me dio tiempo de alcanzar su cara y pegarle. Los dos me sostuvieron mientras el otro me pegaba en el estomago y en la cara, pero no tardaron en llegar algunos porteros, los cuales echaron a los chavales y me sujetaron llevándome a una parte detrás del local.
Me costaba moverme, me dolía todo el cuerpo, me sentaron en una silla en una especie de despacho y me preguntaron si estaba bien o si necesitaba ir al hospital, lo cual me negué y dije que estaba bien.
-Bueno chico, va a venir una compañera por si quieres denunciar a los chavales y si te encuentras mejor puedes irte ¿vale?- dijo uno de los porteros dándome un vaso de agua.
-Vale muchas gracias, la esperaré aquí- respondí después de beber.


miércoles, 14 de octubre de 2015

Capítulo 33: Sí caes tienes que levantarte

Una curiosidad de Madrid a diferencia del Sur es que cuando entra septiembre hace frío de verdad. Vestido con una sudadera roja, unos vaqueros y las vans, me voy a Callao. De las cosas que mas me gustaba de Madrid eran sus calles largas sin ninguna pérdida. Cuando estaba subiendo por la salida del metro de Callao un chico me paró, tenía barba y aparentaba mas o menos mi edad.
-Oye tío, esta noche es la fiesta de inauguración de Kapital, pásate y llévate a gente- y me dió un folleto.
De la misma forma que se había acercado se apartó siguiendo a otros chicos mas que pasaban por allí.
"Me parecía una gran idea, necesitaba despejarme, y ¿que mejor que una fiesta?" Mande por el grupo de wha de mis amigos si tenían planeos o se apuntaban a ir. Después de un rato de discusiones María y Pablo decidieron venirse conmigo mientras que los otros decidieron hacer otros planes. Les hable por un grupo que teníamos los tres solos.
Yo: Esta noche Kapital a las 11, María no vayas muy deslumbrante
María: Ntr no destacaré mucho.
Pablo: Siempre lo haces pero tkm.
Yo: Va venga chicos vestiros quedamos a las 10 en casa de María.

Los dos aceptaron esa propuesta. Nos tiramos la tarde hablando y yo ignoraba las llamadas de Claudia, estaba tirado en mi cama. Hasta que entró Lucia en mi cuarto con el teléfono en la mano.
-Dani, Claudia quiere hablar contigo toma- me pasó el teléfono y respire hondo.
-¿Que pasa?- dije con tono serio
-Dani no me has dejado explicarte- la interrumpí.
-No necesito saber mas Claudia, te lo tiraste, lo siento pero tengo que pensarme lo de seguir o no, mientras tanto no estamos si quieres irte puedes- esas palabras me dolieron mas incluso a ella.
-Vale, lo entiendo y lo siento, estaré esperando una respuesta- suspiré.
-Y no me llames mas, por favor.
-Vale, te quiero- la colgué al pronunciar la ultima palabra
Esa noche iba a salir y nadie me lo iba a fastidiar.

Me costaba algunas veces hasta respirar por culpa de ese nudo que no se iba, no estábamos pero aún seguía queriendo a Claudia, la quería más que a mi propia vida, pero hoy iba a ser mi día y solo pensaría en mi, me había hecho mucho daño.
Me vestí poniéndome una camisa azul, unos pantalones beis y las Panamá, esa noche seria una gran noche.